lunes, 31 de marzo de 2008

I
Un vidrio roto en el que se refleja tu sombra y el humo del cigarrillo que dibuja tu figura. El aire que respiro tiene incrustado tu nombre. La luz del farol refleja tu mirada en la luna que se encoge. La oscuridad que impide vislumbrar la imagen de tu alma en un sinfín de laberintos que me absorben.

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